Diario de un viajante

Querido Diario, hoy estoy viajando por el viejo Nueva Orleans. Me sorprendio ver tanta gente tomando y tan exaltada. La posada donde estaba parando era pobre, pero agradable. Las señoritas Lee y Harvey me ayudaron a pasar la primera noche, pero Harvey era un muchacho, igual con mi cansancio y mi desilusion tuve que aceptar su trago.

Conoci a Duke, toca la trompeta durante sus descansos del trabajo en los campos, es un hombre cansado y trabajador. Pero toca la trompeta como un demonio, oh señor, oh señor. Si pudieras escucharlo, que creo que haces, deberias ayudarlo.

Mas tarde, pasando las primeras horas de la tarde me encontre con el dueño de la ciudad, el queria dejar una buena impresion en mi. La primera botella la terminamos en cinco minutos. El no paraba de hablarme del pozo que es hoy Nueva Orleans, yo queria golpearlo e irme a buscar a Lee.

Esta misma noche me ire de aca, espero volver a encontrarte diario.