Historias...

Eran la una de la mañana. Caminaba solo. Eran calles tranquilas, llenas de arboles. Venia escuchando musica pero muy bajito, asi podia escuchar el ruido de las gotas de aquella llovizna tenue que hacia mas magico caminar esas cuadras. Al ser un dia de semana y sin importarme la hora, me baje del colectivo tres paradas despues. Total no me importaba caminar, es mas, lo necesitaba. Mientras caminaba pensaba... tantas cosas, tantos recuerdos se me venian a la cabeza que era como si no supiese ordenarlos. Necesitaba ordenarlos, y de pronto las pilas de mi mp3 dejaron su vida en esas cuadras. Asi que pare, lo guarde y mire a mi alrededor... Ni una sola persona... Ahi tuve esa sensacion de ser el unico en el mundo, esa tremenda sensacion de sentirte completamente solo. Me acorde cuando una vez estando en ushuaia, era de noche y habia salido solo a tomar una cerveza al bar del centro; a la vuelta, caminado con una paisaje inolvidable, pase por un pequeño bosque. No lo pense, no habia nadie en la calle, hacia frio, y me meti... Sentia que mi adrenalina estaba a punto de estallar, era como si a un niño le regalan el juguete mas preciado. Luego de caminar un rato por ese bosque, me encontre con un lugar escondido. No era mas que un pequeño claro, en el cual al centro habia una base de un arbol cortada, como si fiese una mesa. Pero para mi era como un santuario, ya que miraba hacia el cielo y ahi estaba ella, la mas grande de las lunas que jamas haya visto. Me sente, mire atentamente a la luna. Y como si fuese algun tipo de encantamiento, no recuerdo nada, tenia la mente en blanco, no sabia que hora era, donde estaba, era como un ser transparente... Hasta que me di cuenta que era lo que pasaba... Estaba sentado en una esquina cerca de mi casa. Solo se que sonrei, me prendi un pucho y me levante. Camine dos cuadras, me acoste y al dia siguiente me sentia mejor...